domingo

EL INICIO DE PERÚ PARA AMAR


El sonido ancestral del pututo retumba mientras los guerreros Moche ingresan hasta el centro del escenario invocando a los dioses. Era el llamado, el inicio del primer ciclo de conferencias para una Nueva Conciencia Nacional: Perú para Amar. “El hambre de justicia y el hambre de libertad son constantes del espíritu. Hablamos de la vida, de la necesidad de transformarla, de la necesidad que los humanos tomemos las riendas de nuestra existencia y nuestro destino”. Así empezaba su discurso el apasionado librepensador Pedro Favaron, ante la atenta mirada de la masa congregada. Poner en evidencia las taras de nuestro país, lanzar propuestas regeneradoras al campo ideológico, al plano vital, despertar al Perú verdadero, es lo que se propone Las Sumas Voces con este novedoso ciclo de conferencias públicas en todas las regiones del país. A su turno, sirviéndose de un lenguaje poético y estimulante, el joven arqueólogo y místico Nacho Alva planteó a la civilización prehispánica como la base de la identidad y de la autoestima nacional. A decir de Nacho: “Alrededor de los templos [de los antiguos peruanos] los productos procesados se secaban al sol coloreando un inmenso mosaico, los almacenes contenían toneladas de harinas animales y vegetales; los gobernantes administraban los rituales de propiciación, redistribución y ofrendas de reciprocidad, a ellos acudían caravanas de toda América cargadas de materiales sagrados; el rojo spondylus se trocaba por maíz, el oro por maní, las plumas por verde coca…”. Finalmente, el lirismo del filósofo Alberto Benavides generó una verdadera expresión colectiva y se dio, como una flor que se abre, el libre intercambio de pensamientos entre los asistentes. He aquí la advocación que señala nuestro sueño más querido: el Perú.

“La condición del amor es la verdad. Cualquiera sean nuestros proyectos y esperanzas para el Perú, necesitamos liberarlos de la mentira en la que vivimos.
Particular modo de la caverna de Platón, aquella imagen imperecedera. Viendo y chismeando a partir de sombras, la vida nacional no puede ser sino esta payasada de la que ya habló Valdelomar.
Es en los niveles más íntimos donde la mentira es más descarnada. La farsa del catolicismo domina aún la telenovela de la que los peruanos sólo se distraen con el fútbol.
Amo un Perú sincerado, sin racismo, sin machismo, sin abuso a los niños. Un Perú de ayllus amables donde sepamos cuidarnos unos a otros, donde digamos con auténtica sinceridad NOSOTROS más que YO.

¿Cuál es el Perú que amo?

Amo los cerros del Perú,
los paisajes que he visto
con ojos alucinados,
las gentes que he escuchado,
mis padres y mis abuelos,
mis maestros y mis amigos
y no he dejado de amar
a ninguna de mis
mujeres,
“conmigo vais, mi corazón os lleva”.

Amo a los perúes verdaderos,
a lo que se esconde como se
esconde el quechua, la hoja de coca,
el campo,
y en el que se quiere
tapar el sol
con el dedo de la cortesanía.

Amo al Perú como a
una hembra
a la que uno regresa
con el rabo entre los cuernos
no por lo que uno sienta
sino por amor a ella.

Odio al Perú
porque es una gran
telenovela
venezolana.
Un paisucho
en el que casi nadie habla
con su propia voz
Un país huachafo
que niega -no digo a
sus remotos ancestros-
niega a su padre y a
su madre,
a sus abuelos.

Odio al Perú del que
los jóvenes
tienen que irse.

Amo la verdad del Perú
la que escondemos como
trapo con piojos.

Amo a los ayllus, las comunidades que han de venir
cuando acabe la mentira de clase media,
cuando lleguemos al límite, como profetiza Zurita.

Amo un Perú sin adornos
ni tetas de silicona.

Amo a un Perú de gentes
educadas, decentes.

Amo un Perú lleno de
bibliotecas y de
gentes pensantes.

Amo un Perú que pueda
decir: Somos libres sin
ruborizarse.

Pero al final
amo al Perú
porque aquí me pusieron
los dioses.
para gritar
y el amor es un grito
un grito que apenas dice
“chun”,
silenciosa espina en el
corazón clavada,
grito y silencio máximo:
nuestro amor”.




Punlicado en la Revista Las Sumas Voces , julio 2005

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE HERMOSO POEMA EL DE ALBERTO BENAVIDES . YO TAMBIÉN AMO Y ODIO AL PERÚ COMO EL 90 % DE LOS PERUANOS . PERO CUANDO ESTAMOS LEJOS , FUERA DE NUESTRA PATRIA RECIÉN NOS DAMOS CUENTA DE LO VALIOSA QUE ES . SALUDO A LOS POETAS DE LAS SUMAS VOCES POR SEGUIR TRABAJANDO POR EL PERÚ Y LOS PERUANOS

Anónimo dijo...

YO TAMBIÉN ME UNO A LA CRUZADA: PERÚ PARA AMAR . NUESTRO PAÍS NO PODRÁ AVANZAR SI PRIMERO NO CONOCEMOS EL VALIOSO LEGADO DE NUESTROS ANCESTROS: INCAS , CHANCAS , MOCHES , CAMPAS , ETC . EL AMOR ES EL CAMINO , LA RUTA HACIA DONDE DEBEMOS IR...